Si hace
nueve años, cuando empecé a correr con 93kgs a mis espaldas, alguien me hubiera
dicho que me podía pasar al minimalismo, esto es, correr con huaraches,
descalzo, con lo mínimo, le hubiera dicho que estaba loco, que eso no iba
conmigo, pero todo tiene un origen.
Cuando
empiezas a correr todo parece de color de rosas, empiezas a bajar de peso de
forma vertiginosa, vas recortando segundos a las salidas, el cuerpo quiere cada
vez más, pero todo tiene un peaje.
Muchos kms, dolores en la planta, fascitis, la solución ¿? Plantillas de
por vida, para reforzar el talón y todo el arco del pie, para evitar los
dolores.
Todo
marchaba relativamente bien, muchos entrenamientos, muchas carreras, sufrimiento controlado, una sensación que solo
lo sabemos los corredores de larga distancia, una mezcla de dolor y disfrute
brutal, tener que llegar a meta en el menor tiempo posible, que está a 15/21/42kms???
Hay que saber dosificar, engañar al cuerpo porque éste es sabio y no quiere
sufrir, todo ello sirve después para la vida personal y sobre todo profesional,
donde la vida nunca hacen prisioneros.
Hacía dos
años, que desgraciadamente me había retirado de la madre de todas las batallas,
la maratón y sus 42kms y 195mts; las continuas molestias en las rodillas,
tibial posterior etc, me hicieron recapacitar y recorrer distancias menores, la
media maratón, 21kms, siempre ha sido mi preferida, poder contemplar una ciudad
en menos de 2h, en los buenos tiempos poco más de 1h30m no tiene precio.
En este año
2.018, los dolores, más o menos soportables aparecían por diversas partes del
cuerpo, todas las mañanas el tendón de Aquiles izquierdo me recordaba que tenía
cierta edad, mis viejos amigos, los dedos “en garra”, terrible dolencia que
hace que los dedos al correr, se retuerzan en las zapas, me decían que querían
moverse………..y por fin vi la luz.
Tengo la
gran suerte, de tener dos grupos de amigos corredores, uno en Sevilla, mi
querido Parque Amate y sus “amateños” y otro en tierra santa, como siempre la
llamo, Algeciras, capital del campo de Gibraltar , donde se junta el mar y la
montaña infinita en pocos kms.
Hay un
enorme corredor, mejor persona, dueño de este blog, Ángel Jiménez, que tras
tres años corriendo minimalista, más de 3.500kms a sus espaldas, me informaba
de las grandes ventajas de correr con lo mínimo, descalzo con huaraches o
simplemente minimalista, era muy muy reacio, dejar mi protección, mis zapas,
mis plantillas por unas sandalias? ¿Estamos locos?
Por fin me decidí,
tras la tradicional carrera popular del puerto de Algeciras, antesala de la feria,
en Junio, tuve la suerte y el honor de compartir con mi amigo toda la carrera, él
iba descalzo, y yo con mis zapas, llegamos juntos a meta, y lo tenía decidido
mañana empezaba, necesitaba un cambio definitivo.
Al día
siguiente, tras 7kms con mis zapas, me las quito y empiezo a correr descalzo,
las sensaciones son increíbles, notar como la piel contacta con el asfalto,
frio-calor, ramas, piedras, la energía recorre todo tu cuerpo, fueron 500mts
pero sabía que mañana querría más….
El
principio es muy duro, tenía claro, siguiendo los consejos de mi amigo, que la
transición, requiere un gran compromiso, una disciplina espartana, ir
reduciendo los kms con zapas amortiguadas a la vez que tienes que correr
descalzo sí o sí, la mejor manera de hacer el
cambio, además de andar en casa o donde puedas de esa forma.
Afortunadamente todo va bien, pasa el tiempo, aumento los kms descalzo; a los 3
meses, quizá demasiado pronto, ya alcanzo los 7-8kms, 175kms acumulados,
abandono definitivamente las zapatillas tradicionales amortiguadas; no todo es
alegría y color como diría Rocky Balboa, el espejo donde siempre me he mirado,
la forma de correr cambia totalmente, corres con los metatarsos, parte
delantera del pie, el talón, donde casi siempre aterrizas al principio con zapas amortiguadas solo pasan a ser un apoyo menor,
cambian los músculos que trabajan, aparecen molestias sobre todo en gemelo y
soleo que antes no existían, pero todo con paciencia, estiramientos se pueden
solventar, las medias de compresión, que siempre he usado y uso, y el rodillo
son de gran ayuda.
El gran
objetivo es usar los huaraches, sandalias especiales, donde el grosor de 8 mm
hace que sea prácticamente igual que correr descalzo, con la gran ventaja de no
sufrir el rigor de las piedras o de las ramas.
Tras 175kms
descalzo y 325kms con huaraches continuo en transición, y lo que queda, porque
tras muchos años corriendo y sobre todo usando calzado tradicional, el cuerpo y
la mente tienen que adaptarse, pero las ventajas creo siendo mayores que las cosas negativas,
recuperar las ganas de correr con menos dolores lo es todo. Mayor resistencia,
mayor velocidad, recuperación muscular mas rápida.
Continuará…………
1 comentario:
Muchos kilómetros para transmitir con pasión el hallazgo de la que parece tu forma de hacer camino. Suerte en los proximos miles de metros.
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