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KEEP CALM and GO BAREFOOT

viernes, 22 de febrero de 2019

XXXV Maratón de Sevilla.....




Nenikekamen Nenikekamen  (hemos vencido) es lo que pronunció Filipides cuando llegó a Atenas desde Maratón. Algo parecido es lo que se me pasó por la cabeza  el  pasado domingo al terminar mi décimo maratón.
Cuando te apuntas a una carrera un montón de mese antes, piensas que tienes tiempo para prepararla, que debes seguir un plan que más o menos te garantice el hacer un papel digno o al menos terminar.
Este año  me presenté en Sevilla como siempre, sin haber seguido un plan  especifico, solo con mis entrenamiento anárquicos en los que faltaban las series, los entrenos de calidad y en fin todo lo que se debe de hacer para preparar una carrera con tanta entidad como un maratón.
Como estos últimos años, compartí fin de semana y carrera con mi amigo Javier. Ya son varios en los que hemos compartido experiencias, anécdotas y sobre todo en los que he aprendido muchísimo de su impresiónate bagaje  en sus carreras por todo el mundo.
Y allí nos presentamos. Como siempre nuestro primer contacto con el maratón fue la feria del corredor.  Habíamos quedado con mi amigo Miguel en la entrada.  Muchos stands y muchísima animación por todo el recinto. Las fotos de rigor y a degustar la comida de la pasta. Como todos los años el platazo de macarrones y como punto negativo la falta de la típica cruzcampo. Este año solo habia agüita.



Esta vez  tenía una  percepción   diferente a años anteriores.  Ediciones pasadas conforme se iba acercando la gran cita, me entraban los miedos y las típicas dudas. Esta vez fue diferente. Estaba convencido de que me iba a salir una buena carrera y que todo saldría bien. Me encontraba con mucha confianza, sin ningún problema muscular y con unas inmensas ganar de devorar y vencer de nuevo al maratón.
Este año el recorrido era diferente, la salida y la meta estaban en el paseo de las Delicias en pleno centro sevillano. No cabe duda que la llegada al olímpico  tiene  su magia, pero en esta ocasión creo que se  han superado todas la expectativas.
Como siempre empezaron los típicos nervios cuando estábamos en los cajones, muchísima animación y a esperar el pistoletazo que coincidió como siempre con el mítico tema de AC-DC Highway to hell. Nos deseamos suerte Javi y yo y nos citamos en la meta. 



Y a correr. Salida algo lenta por la cantidad de corredores y a disfrutar de Sevilla.  Los primeros 5 kms pasaron rapidísimos y  prácticamente sin darme cuenta nos metimos en la Cartuja, la zona más fea de la carrera.   Pasamos por la facultad de ingeniería  y por los antiguos pabellones de la expo,  todo muy desangelado. Ha sido un acierto pasar por aquí al principio  donde no había nada de expectación. Salimos y nos encontramos con el arco de 10 kms. Ya por aquí empezaba el ambiente, entramos de nuevo  en la zona céntrica y comenzaba  la animación por las calles. Voy fenomenal, me  mantengo a un ritmo  muy bueno. El reloj está clavado en 4,41, algo rápido para mi planteamientos iniciales, pero pienso que mientras  el cuerpo aguante hay que aprovechar, ya vendrían momentos casi seguro en los que tendría que aflojar.   Sorprendentemente voy fantástico, incluso con fuerza para apretar, pero me contengo, falta muchísimo y esto es muy largo. Llegamos a la zona de Torneo y paso el km. 15. Todo sigue igual, me voy encontrando  de lujo, sin ningún signo negativo y todo de maravilla. Como siempre que he corrido este tipo de carrera, tengo clarísimo que hay que pararse en todos los puestos de avituallamiento para beber, lo llevo a rajatabla, pienso que es fundamental la hidratación en distancias tan largas.  Pasamos el  20 y a por la media maratón. Cruzo el arco en 1:40, fenomenal. Increíbles las sensaciones, voy disfrutando como nunca y empiezo a pensar que si todo sigue igual, puedo hacer un buen crono en la meta.



En el 25  me tomo un Totum, empezaba a sentir unos ligeros calambres en los gemelos que afortunadamente fueron pasando. A partir de aquí, cada 5 kms. empecé a comerme porciones de barritas que llevaba preparado y que me vinieron muy bien. Seguía devorando distancia y  ya no sumaba, descontaba. Me encuentro con un  corredor en huaraches y nos saludamos, iba lago tocado y nos deseamos suerte. Llega el 30 y continuo con el ritmo constante. La sensaciones siguen siendo bonísimas, voy de maravilla. El calor empieza a apretar y procuro buscar las sombras, la animación es bruta. Llegamos al campo del Betis y la palmera por delante. En el 34 llegamos a lo más bonito de la carrera, la Plaza de España, una pasada. Impresionante la animación, que de gente dando ánimos.  Sigo de fabula y empiezo a hacer los inevitables cálculos de llegada. Pienso que  si todo sigue igual, los 3:30 que es lo que quería hacer están en el bote.  Llegamos en el 38 a la Macarena, ya no queda nada, o mejor dicho queda lo mejor. La alameda de Hércules, el Duque, Reyes Católicos y la Meta. Espectacular, inmensa, colosal, que llegada más bonita. Aprieto en los últimos 100 metros y cruzo el arco. Me detengo y elevo los brazos al cielo, he vuelto a vencer a Filipides y como recompensa  haciendo MMP. Le he metido un bocado a mi marca de casi 3 minutos. Recojo la medalla y casi se me caen las inevitables lagrimillas de satisfacción por lo conseguido.  Increíble el maratón que me ha salido, posiblemente haya sido en el que he disfrutado más.


 He ido siempre  controlando la carrera y no he sentido  en ningún momento signos de fatiga. Los pies de maravilla, sigo pensando que las sandalias es el calzado optimo para correr.  Muscularmente terminé perfecto y con ganas de más. Mi amigo Javier cumplió sus expectativas, paro el crono en 3:49.   No me quiero olvidar de los  compañeros de mis clubs   Atletas Veteranos  y del  C.D Trail Team  3x4  de Algeciras que con tanto cariño me han acogido.  Otro año más he disfrutado de este magnífico maratón  y de Sevilla. Volveré….