.

.
KEEP CALM and GO BAREFOOT

lunes, 18 de noviembre de 2013

Diferente....

Esta mañana con  un  frescor que ya echábamos de menos a estas alturas, quedamos donde siempre y a  lo nuestro.  El día amaneció magnifico después de una tremenda noche de lluvia y truenos. La salida prometía, nos habíamos propuesto recorrer unos quince kilómetros por el Parque Natural del Estrecho. Y allí estábamos  diez amigos para afrontar las duras cuestas que nos esperaban.






Correr por esta zona es como un bálsamo reparador que te envuelve  y te contagia de sensaciones que son difíciles de describir. El recorrido ha sido  magnificó, todo acompañaba:  la luz, la claridad, el olor tan característico a tierra mojada y sobre todo el carrusel de colores y de aroma  que nos acompañó en toda la salida. Empezamos afrontando la vía  militar que nos llevó en una  continua y muy dura  subida hasta  las pantallas donde no hubo prácticamente tregua. Una vez en todo lo alto, cambió el terreno. A partir de aquí tierra, piedras y preciosas vistas de todo el Estrecho con la  majestuosa Jbel  Musa  (mujer muerta)  en la orilla africana vigilando en todo momento nuestras correrías en la distancia. Y así hasta llegar de nuevo hasta la carretera del Faro de Punta carnero, centinela  y  vigía del inmenso tráfico marítimo de la zona y afrontar el regreso al punto de partida. En lo que a mí respecta poco a poco voy encontrando la senda perdida. Me encuentro mejor aunque la falta de kilómetros  hace  que aun no haya aparecido  esa chispa que  incline la balanza hacía las sensaciones positivas.  Al final   fueron 16,2 kilómetros en algo más de 1:30 de continuas subidas y bajadas , cerrando la jornada con  un fenomenal desayuno y una distendida tertulia.




lunes, 11 de noviembre de 2013

1ª Media Maratón Ciudad de Algeciras...




Mucha fuerza, no física sino cerebral, es la que tenia acumulada desde  hace algún tiempo. Desde Junio en que me  clavé un dorsal por última vez, tenía la necesidad de encontrarme de nuevo. Pero  esa búsqueda  presuponía que había algo que posiblemente  no encontrara, lo que me resultaba tremendamente frustrante. Necesitaba respirar, sentir, padecer y por qué no,  sufrir en una carrera, que ganas tenía …  o que mono, como se dice ahora.  Todo es gratuito, las sensaciones, los sonidos, la gente animando, el colorido, el ambiente, los empujones en la salida, la cruzcampiña  pos- carrera como diría el “Matraca”.  En fin,  no me quedaba otra, no podía dejar  pasar la oportunidad de disfrutar de  la primera media maratón de mi ciudad.



En casi los dos últimos meses, me he estado sometiendo a un fuerte tratamiento de fisioterapia, no lo he pasado muy bien, pero era necesario, para intentar corregir los desequilibrios que me  habían detectados. Han sido secciones muy duras  y sobre todo dolorosas, incluso a veces revoloteaba  por mi cabeza, si merecía la pena tanto esfuerzo y sacrificio.
Pero en fin, con solo cuatro días de entrenamiento y con mucha energía  mental , me propuse enfrentarme a esta bonita media.


Como  es preceptivo nos reunimos  los de siempre, esta vez no faltaba nadie. Había que dar buena cuenta y rendir honores a nuestro pueblo, corríamos en casa. Allí estaba Miguelón venido de su Hispalis dispueto a batirse como un jabato, Juan Carlos siempre pensando en metas fuera del alcance de casi todos los mortales, Jorge con su progresión que no sabemos hasta donde  le llevará , Octavio con ganas y cargado de ilusión, Antonio supermotivado y con ganas de beberse la distancia, Jose Felix como siempre cargado de ilusión y animando a todo el mundo, Miguel, la fiera que devora todo lo que se le anteponga con su insultante juventud, el Gringo,  nuevo fichaje, con el que es imposible aburrirse y  Manolo, nuestro Jefe, nuestro guía espiritual, el que nos retroalimenta en los momentos duros y difíciles y nos aporta ese rigor y  cobertura anímica tan gratificante y necesaria  que nos empuja a no abandonar,  siempre marcando los codigos establecidos y tan fundamentales para que todo vaya por su sitio.
Y allí estábamos todos dispuesto para afrontar esta carrera. Se presentaba una prueba dura, en donde los sube-baja iban a ser el principal hándicap al cual nos teníamos que enfrentar.   Muchísimo ambiente   y colorido en la salida, el guardarropa muy bien organizado y muchísimos voluntarios atendiendo al personal.
Con mucha puntualidad pistoletazo y a correr, me quedo con Manolo casi al final del pelotón.  Mi intención es la de ir en todo momento controlando y no forzar lo más mínimo, era consciente  de que todo  el rédito  acumulado que tanto me estaba costando, se podía ir al  traste en cualquier momento.  Al principio como siempre los empujones de rigor y muy despacio hasta que poco a poco se fue estirando la carrera. Me sentía nervioso, se me pasaba por la cabeza: podré terminar, tendré que parar y todas esa cosas que se nos viene a la mente cuando estamos haciendo algo con muchas dudas y reservas. Empezaron a pasar  los primeros kilómetros y las sensaciones mejor de lo esperado, el aductor mi caballo de batalla, continuaba dormido y sin  muestras de dar la lata. Poco a poco  me iba animando, proporcionalmente mi autoestima subía  a la vez que aumentaba el kilometraje  recorrido. A cierta distancia  tenía como referencia a los compañeros Lomitos Running con su inconfundible camiseta, intenté subir un poquito el ritmo para darle alcance y  afrontar la máxima dificultad de la prueba con ellos. Era la  dura cuesta una vez pasado el centro Penitenciario. Casi al principio de la misma, me pude unir a ellos y con dificultad afronté la subida, pero el esfuerzo para cogerlos, me empezó a pasar factura, empecé a notar la falta de kilómetros y a sentir unos ligeros calambres, baje el ritmo casi al final de la cuesta y deje que se fueran, había sido una señal y aun quedaba casi media carrera. Una vez arriba empezamos a bajar y me comí un par de orejones, afortunadamente me recuperé y el aductor siguió en stand-by.  Y así poco a poco con mucha cautela fueron pasando los kilómetros. Por la zona ferial me encontraba animadísimo,  solo quedaban  algo menos de tres kilómetros  y ya veía que lo podía conseguir, instintivamente empecé a apretar y a adelantar  corredores, aun me quedaba suficiente fuerza para afronta la llegada como tiene que, ser a tope. Y así de esta forma paré el garmin en 1:46, en ningún momento de la carrera miré los ritmos a los que iba, configuré el reloj para que solo me indicara la distancia recorrida. Mi sorpresa fue grandísima, contaba con estar rondando las dos horas. Muy contento por la marca, algo lejos de mis tiempos en media que suelen estar por el 1:40, pero que dadas las circunstancias, que podía pedir, aunque siempre queda esa duda de poder haber dado algo más. Objetivo plenamente cumplido, terminé con muy buen tono, sin molestias, algo cansado pero habiendo disfrutado una barbaridad de correr por mi pueblo con más de 700 corredores.

Muy buena organización para ser la primera edición, quizás en los avituallamientos estuvo el lunar negro, pero en líneas generales todo muy bien. Una pequeña mochila con algunas cosillas y una buena camiseta técnica de regalo conmemorativa de la carrera.
Nuestro Ídolo Juan Carlos como siempre el primero, yo creo que hizo trampas, entró en 1.31, Miguelon  1:39  dándole bocados cada vez más grande al crono, Jorge eufórico con su 1:41 no daba crédito, Jose Félix muy buen tiempo 1:45, el Gringo se marcó un carrerón entrando en 1:47 y Manolo, Octavio y Antonio cruzaron la meta en torno a las dos horas.


También quiero felicitar a los compañeros Lomitos: Bernardo, Daniel, Javier, Juanma, Manolo, Oscar que acompañó a su mujer que debutaba en la distancia entre otros.  Y no me quiero olvidar de Miguel Moreno de la peña “ no siento las piernas” que terminó con un tiempo de lujo estando pendiente de pasar por el quirófano por su maltrecha rodilla.

En definitiva muy contento con haber corrido, haber terminado y habérmelo pasado genial con mis amigotes.
  Ah,..  si os pregunta  el fisio, ya sabéis,  que no he corrido….