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KEEP CALM and GO BAREFOOT

miércoles, 2 de octubre de 2013

XXVIII Media Maratón de Marbella.....



Esta crónica tendría que haber sido escrito por Ángel, el autentico alma mater del blog “Quien corre puede”, pero como todos sabéis está en el taller de reparaciones pues su motor esta siendo revisado para las futuras e importantes misiones que se avecinan.

La media maratón de Marbella, es para los pantalleros, el punto culminante para todos esos entrenos veraniegos en el que el único deseo es coger fondo para los desafíos que se nos vienen encima y empezar a coger la forma para las carreras más importantes que disputamos, que suele ser en invierno, por tanto Marbella es un premio a los entrenamientos de la época estival.

A las 7.45 de la mañana, con puntualidad inglesa, nos encontrábamos todos los pantalleros “sanos” en la rotonda de la bandera, ahí estaban Jorge, Miguel, Antonio, Manolo y servidor. Nos esperaban algo más de 70kms para llegar a nuestro destino, pero nuestro general con la sabiduría que atesora, había diseñado una perfecta táctica para llegar sin contratiempos, dejar los coches en un lugar estratégico y tener el tiempo suficiente para disfrutar del ambiente previo.

Antonio, Rafel, Miguelito, Manolo, Jorge, Miguelón.  

La organización de la carrera magnifica, la recogida de los dorsales se desarrolla sin ningún incidente y con la sorpresa de recibir una cesta de regalos que para los tiempos que corren esta francamente bien (mochila, camiseta, pañuelo, barritas energéticas), ¿Se puede pedir más por 15,00€?

Después del sagrado desayuno y el delicioso café, comienzan los preparativos de la carrera, estiramientos, cremas, consejos, nervios……….. eso que tanto echaba de menos pues desde Febrero de este año, la maratón de Sevilla, no había podido saborear por motivos que no vienen al caso, ese ambiente que es muy difícil de expresar con palabras.

Nos vamos todos para la salida, nos deseamos suerte, mientras suena en el reloj de la torre las diez de la mañana, estamos en una parte intermedia-trasera del interminable pelotón de casi 2.000 atletas. Los primeros kms son muy nerviosos, apenas puedes avanzar, decido empezar a adelantar por la acera, cuando escucho las palabras de nuestro general, que se quedará en la retaguardia una vez mas para guardarnos del enemigo, ¡¡¡¡ten cuidado que te vas a caer y se acabara la carrera¡¡¡¡………..tengo cuidado, pero la adrenalina sube por momentos y hay que avanzar, han sido muchos meses de espera. Los primeros cuatro-cinco kilómetros, transcurren por terreno empedrado, por el casco viejo de Marbella, hay que tener más cuidado en no caerte que en adelantar.

Por fin avanzan los kilómetros y ya se van formando grupitos, al discurrir el recorrido por calles contiguas, ves y te ven los atletas. A lo lejos, observo el globo de 1.40 y mucho mas adelante el de 1.30, pienso que debería estar mas adelante, pero esta carrera es especial, no es otra media más, como mas adelante explicaré.

Trascurrimos por el paseo marítimo, corremos por loza, tierra, los transeúntes pueden andar por un camino adyacente al nuestro pero muchos de ellos cruzan de manera temeraria, hay que tener muchísimo cuidado pues un golpe a estas alturas podría hacerte perder mucho tiempo y lo que es peor lesionarte. Por el km 10, me encuentro fenomenal, voy con el que llamo  “control de velocidad de crucero”, miro el pulsómetro ,sin que quiera pasar de 160, el ritmo es constante, pero las condiciones atmosféricas son durísimas, un calor pegajoso, viento en contra que refresca algo pues viene del mar, pero te hace avanzar lentamente, las pulsaciones comienzan a subir. Por fin consigo adelantar, no sin muchos esfuerzos al globo de 1.40. Llegamos a Puerto Banus, los barcos de lujo están atracados, aunque debido a la llovizna y a las tremendas ráfagas de viento apenas te da tiempo de ver nada. Por fin termina el espigón y ya solo toca volver a Marbella, viento a favor, buenas sensaciones, me meto un grupo en el que voy muy cómodo, reservando fuerzas, nada puede salir mal………….Pero en el km.16, las malas sensaciones aparecen, me siento sin fuerzas, estoy vacío, al principio de la carrera decidí no llevar nada de comer pues en verano, entrenando, no lo había hecho, craso error, los compañeros de fatiga me van adelantando, las pulsaciones suben alarmantemente, me empiezo a sentir francamente mal. Decido finalmente bajar el ritmo, las carreras son para disfrutar, del ambiente, del sufrimiento controlado………no merece la pena llegar más allá del límite para que después pagues las consecuencias mucho tiempo lesionado o lo que es peor con la vida. En el Km. 20, viene un grupo enorme detrás mía, el portador del globo de 1.40, anima a sus pupilos, ¡venga queda muy poco, vamos a llegar en 1.39' por amor propio me engancho al grupo, 50 metros, pero prefiero llegar bien, con un poquito de alegría, por fin oteo la alfombra roja, es la meta , por el rabillo del ojo observo que me iban a adelantar, ya esta bien, saco fuerzas de flaqueza y consigo hacerme la foto sólo en la llegada.



Todos mis compañeros consiguen sus objetivos, Jorge compañero en solitario de algunas salidas estivales hace un tiempo extraordinario de 1.44; mi tocayo Miguel un meritorio 1.48 después de haber salido excesivamente rápido en la salida, nuestro general en su línea, 2h04, disfrutando como nunca según nos cuenta, y finalmente Antonio en 2h07 mejorando ampliamente su plusmarca. Yo al final paro el crono en 1.40.24, lejos de mi mejor marca de 1.32 pero que se puede pedir a esta carrera infernal……..


Como punto final a esta crónica, he de hacer especial mención a Manolo, nuestro general, por una clase magistral de estiramientos que hicieron que los dolores post-carrera, si se me permite la expresión, fueran a menos y sobre todo los del día después.

 02-10-2013 - Miguelón...