Según Descartes ante la mínima posibilidad de error, había que tener un conocimiento evidente claro y distinto de que no pudiera ser falso.
Que si que si…, que si que no…., la duda metódica, un verdadero enjambre he tenido en la cabeza estos últimos días. La inoportuna tendinitis de mi rodilla me hacía dudar. Toda la semana dándole vueltas al coco, participo en la Cartuja o me reservo y no fuerzo para llegar mejor al maratón, la corro y así valoro las posibilidades y si participo y me termino de romper...!! La verdad es que esta vez las enormes ganas de correr han podido con la cautela y los temores de esta horrible encrucijada.
Y como siempre a madrugar…. A las siete quedamos y para Sevilla. Los dorsales nos lo había recogido Miguelon, lo que nos hacía ir algo más relajado y sin prisas. A mando del equipo como siempre nuestro General en jefe D. Manuel, que junto con Jorge, J. Carlos, Daniel de los Lomitos Runner y Miguel que hacía de cicerón nos dispusimos a conquistar Híspalis.
Miguel y Juan Carlos
Manolo, Jorge Daniel y Juan Carlos
La mañana se presentaba ideal, cielo nublado y la temperatura perfecta para correr, todo lo contrario que las previsiones, las cuales apuntaban bastante mal. Mucha expectación a la llegada al estadio, buena organización para dejar las mochilas y bastante control. Algunas caras conocidas, me encontré con el amigo Juan Barroso y su hijo Nico que debutaba en la distancia. A las once en punto pistoletazo y a correr, Miguelón pretendía llevar una carrera totalmente controlada y no superar las 160 ppm., Juan Carlos y Daniel salieron como cohetes y Jorge y Manolo a su ritmo habitual. Yo me acople con Miguelón y me propuse intentar seguir su estela.
Con Manolo y Miguelón
Durante los primeros kilómetros nos estuvimos moviendo entre 4:40 y 4:35, las sensaciones eran muy buenas, el cuerpo nos pedía constantemente más caña, pero el sentido común predominó y seguimos a lo nuestro. Poco a poco iban cayendo los kilómetros y sobre el catorce mi amigo me animó a tirar, le dije que no, que habíamos quedado en ir junto hasta el final. De nuevo me insistió en el quince y ya me planteé antes de desobedecer una orden de un superior, apretar e intentar forzar un poco, pero siempre controlando para no petar. Sobre el dieciocho el estadio ya se divisaba, y solo quedaba el arreón final. La entrada al olímpico es inigualable, algo que no se puede contar, hay que vivirlo. Al final entro en meta y me marca el garmin 1:38:01, fenomenal, objetivo más que cumplido. Juan Carlos partió el crono en 1:32, Daniel dando muestra de su poderío y del trabajo bien hecho en su preparación pre-maratón consiguió un tiempazo de 1:35 batiendo su marca en la distancia. Miguel entro justo unos metros detrás de mía. Jorge también hizo marca personal en 1:45 y Manolo entró en por debajo de las dos horas. Al final todos muy contentos. Por mi parte todo salió según el guión, en todo momento me encontré fenomenal y la rodilla sin problemas, que más se puede pedir. En cuanto a la organización echamos de menos la animación de alguna que otra banda musical de ediciones anteriores y la bolsa del corredor muy escueta aunque este año la medida de la distancia estaba bien y no como el año pasado. Dentro de un mes estaremos de nuevo por aquí para disfrutar del Maratón, “que Dios nos coja confesados”.