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KEEP CALM and GO BAREFOOT

sábado, 29 de diciembre de 2018

REFLEXIONES DE UN APRENDIZ MINIMALISTA



Si hace nueve años, cuando empecé a correr con 93kgs a mis espaldas, alguien me hubiera dicho que me podía pasar al minimalismo, esto es, correr con huaraches, descalzo, con lo mínimo, le hubiera dicho que estaba loco, que eso no iba conmigo, pero todo tiene un origen.
Cuando empiezas a correr todo parece de color de rosas, empiezas a bajar de peso de forma vertiginosa, vas recortando segundos a las salidas, el cuerpo quiere cada vez más, pero todo tiene un peaje.  Muchos kms, dolores en la planta, fascitis, la solución ¿? Plantillas de por vida, para reforzar el talón y todo el arco del pie, para evitar los dolores.
Todo marchaba relativamente bien, muchos entrenamientos, muchas carreras,  sufrimiento controlado, una sensación que solo lo sabemos los corredores de larga distancia, una mezcla de dolor y disfrute brutal, tener que llegar a meta en el menor tiempo posible, que está a 15/21/42kms??? Hay que saber dosificar, engañar al cuerpo porque éste es sabio y no quiere sufrir, todo ello sirve después para la vida personal y sobre todo profesional, donde la vida nunca hacen prisioneros.
Hacía dos años, que desgraciadamente me había retirado de la madre de todas las batallas, la maratón y sus 42kms y 195mts; las continuas molestias en las rodillas, tibial posterior etc, me hicieron recapacitar y recorrer distancias menores, la media maratón, 21kms, siempre ha sido mi preferida, poder contemplar una ciudad en menos de 2h, en los buenos tiempos poco más de 1h30m no tiene precio.



En este año 2.018, los dolores, más o menos soportables aparecían por diversas partes del cuerpo, todas las mañanas el tendón de Aquiles izquierdo me recordaba que tenía cierta edad, mis viejos amigos, los dedos “en garra”, terrible dolencia que hace que los dedos al correr, se retuerzan en las zapas, me decían que querían moverse………..y por fin vi la luz.
Tengo la gran suerte, de tener dos grupos de amigos corredores, uno en Sevilla, mi querido Parque Amate y sus “amateños” y otro en tierra santa, como siempre la llamo, Algeciras, capital del campo de Gibraltar , donde se junta el mar y la montaña infinita en pocos kms.
Hay un enorme corredor, mejor persona, dueño de este blog, Ángel Jiménez, que tras tres años corriendo minimalista, más de 3.500kms a sus espaldas, me informaba de las grandes ventajas de correr con lo mínimo, descalzo con huaraches o simplemente minimalista, era muy muy reacio, dejar mi protección, mis zapas, mis plantillas por unas sandalias? ¿Estamos locos?
Por fin me decidí, tras la tradicional carrera popular del puerto de Algeciras, antesala de la feria, en Junio, tuve la suerte y el honor de compartir con mi amigo toda la carrera, él iba descalzo, y yo con mis zapas, llegamos juntos a meta, y lo tenía decidido mañana empezaba, necesitaba un cambio definitivo.
Al día siguiente, tras 7kms con mis zapas, me las quito y empiezo a correr descalzo, las sensaciones son increíbles, notar como la piel contacta con el asfalto, frio-calor, ramas, piedras, la energía recorre todo tu cuerpo, fueron 500mts pero sabía que mañana querría más….
El principio es muy duro, tenía claro, siguiendo los consejos de mi amigo, que la transición, requiere un gran compromiso, una disciplina espartana, ir reduciendo los kms con zapas amortiguadas a la vez que tienes que correr descalzo sí o sí, la mejor manera de hacer el  cambio, además de andar en casa o donde puedas de esa forma. Afortunadamente todo va bien, pasa el tiempo, aumento los kms descalzo; a los 3 meses, quizá demasiado pronto, ya alcanzo los 7-8kms, 175kms acumulados, abandono definitivamente las zapatillas tradicionales amortiguadas; no todo es alegría y color como diría Rocky Balboa, el espejo donde siempre me he mirado, la forma de correr cambia totalmente, corres con los metatarsos, parte delantera del pie, el talón, donde casi siempre aterrizas al principio con zapas amortiguadas solo pasan a ser un apoyo menor, cambian los músculos que trabajan, aparecen molestias sobre todo en gemelo y soleo que antes no existían, pero todo con paciencia, estiramientos se pueden solventar, las medias de compresión, que siempre he usado y uso, y el rodillo son de gran ayuda.
El gran objetivo es usar los huaraches, sandalias especiales, donde el grosor de 8 mm hace que sea prácticamente igual que correr descalzo, con la gran ventaja de no sufrir el rigor de las piedras o de las ramas.


Tras 175kms descalzo y 325kms con huaraches continuo en transición, y lo que queda, porque tras muchos años corriendo y sobre todo usando calzado tradicional, el cuerpo y la mente tienen que adaptarse, pero las ventajas creo  siendo mayores que las cosas negativas, recuperar las ganas de correr con menos dolores lo es todo. Mayor resistencia, mayor velocidad, recuperación muscular mas rápida.
Continuará…………

1 comentario:

Emilio dijo...

Muchos kilómetros para transmitir con pasión el hallazgo de la que parece tu forma de hacer camino. Suerte en los proximos miles de metros.