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KEEP CALM and GO BAREFOOT

jueves, 24 de febrero de 2022

Maratón de Sevilla 2022

 

Duda, duda y más que duda. Como siempre y no me explico la causa, otra vez  igual. Puedo estar bien, con molestias, en fin, siempre la incerteza me ronda la cabeza en los preliminares de correr algo importante. Creo que es un síntoma que lo padecemos la mayoría de los que estamos enfermo de maratón.

Todo esto es lo que se me ha   estado pasado por el coco durante un par de semanas antes de correr por Sevilla. El motivo, pues por una parte unos problemillas de ciática que me han dado algo la lata y sobre todo el deficiente entrenamiento  que he tenido un mes ante por temas laborales.

Pero allí estaba el tío, fiel a los últimos ocho maratones ininterrumpido en los que he disfrutado de  Sevilla.

No había escusas, había que estar e intentar hacer una digna carrera aunque costara.

Como ya es tradición, nos fuimos el sábado para allá. Javi se encontraba desde el viernes por allí y con Jorge pusimos rumbo a Sevilla.

La primera parada, la habitual. La Feria del corredor nos estaba esperando. Bastante gente por todos los estands, las fotos de rigor para el postureo correspondiente  y a comer el plato de macarrones que nos invitaba la organización en la ya clásica comida de la pasta.  

Y al hotel. Queríamos descansar lo máximo y sobre todo tener las patitas en alto para llegar los más descansado posible a la salida.

A correr, llego ese momento en el  que casi todo se olvida. Ya nada importa, estamos dentro de la magia que rodean este tipo de pruebas. Infinidad de corredores, muchos extranjeros y un colorido espectacular en todo el entorno, ambientado por los ánimos del speaker y los decibelios de la megafonía.

Sorprendentemente, me encontraba súper relajado y muy tranquilo. Se nota las tablas que empiezo a tener en estas carreras.

Mi objetivo como siempre que me enfrento al Filipides, era intentar luchar, terminar   y no  dejar que el maratón me devore.

Pistoletazo y a difrutarsufrir que es de lo que se trata. Nada más salir, intenté buscar  el globo de los 3:30 y unirme a él. La táctica era simple, me tenía que enganchar e intentar aguantar hasta los cinco últimos kilómetros y en ese momento, atacar  si seguía con fuerzas, e intentar quedar por delante o seguir igual hasta meta. 

Del globo ni rastro, no lo vi en toda la carrera. Salí cómodo, y bastante conservador. Tenía que gestionar las fuerzas y tener munición para el final, lo que implicaba, ser reservón.

Me había propuesto olvidarme del crono, quería hacer una carrera por sensaciones y no exprimirme en demasía. Era consciente de que en cualquier momento podía tener algún brote de ciática y petar.

Nada más salir, me encuentro a un corredor en sandalias, nos saludamos y me comenta que es el primer maratón que  hace de esta forma y que está algo temeroso. Lo animo y le digo que no se preocupe que las sandalias es el mejor bálsamo que le podemos aplicar a los pies en estas distancias.

Qué bonita estaba Sevilla, pasamos por  la Torre del Oro y la  Maestranza, casi sin darnos cuenta. Voy bien mejor de lo esperado, las pulsaciones muy controladas y las sensaciones que me va trasmitiendo  el cuerpo son magníficas. Llegamos al diez y sigo igual de bien. Voy disfrutando como nunca, todo perfecto. De vez en cuando miro el GPS y el ritmo medio se mantiene en torno a los 4:40, genial. Aun así, soy consciente de que queda mucho pero empiezo a ser optimista. Como es mi  costumbre, me voy parando en todos los avituallamientos para beber. Sobre el quince me tomo el prime Totum (por cierto los tres que me llevé estaban cumplidos) y a por el medio maratón. Sorprendentemente cruzo el arco en 1:38. Increíble, sigo al mismo ritmo y con las fuerzas a tope, la ciática de momento dormida, las piernas con poderio y empezando a creer que puede salir una buena carrera.

El siguiente objetivo, el campo del Betis sobre el 32. Sigo de lujo. Por mi cabeza empieza  a aparecer la posibilidad de hacer marca si continúo de esta forma. El ritmo me marca por debajo de  5 y  sigo con bastante motor. Bajar de los 3:20, sería algo increíble, pero vuelvo a mi realidad,  queda lo más bonito de la carrera pero también lo más difícil. La Palmera se me hace interminable, demoledora, siempre se me atraganta. El calor empieza a apretar y al entrar en la Plaza de España me tomo el segundo totum. Empiezo a sentir los primeros síntomas de cansancio, aunque voy bien, el cuerpo empieza a avisarme. Voy buscando las sombras y las primeras sensaciones negativas empiezan a aparecer. Ya no voy con tanta frescura, van cayendo los kilómetros y pasamos por La Macarena. Inevitablemente los cálculos de tiempos empiezan a  rondarme la cabeza. Hago una estimación y creo que aunque  solo me quedan sobre 5 kms. es muy difícil hacer marcas. Las alarmas empiezan a avisar, claramente voy por encima de 5. El cansancio ya empieza a hacer mella. Pasamos por el Duque, la Plaza Nueva y enfilamos la Catedral y la Giralda. Lo tengo hecho, sé que este maratón está en el saco, no queda nada. Reyes católicos, la animación a tope y la ciática sin aparecer. Contento no, lo siguiente. Qué maravilla, que bonito, que colorido y que ambientazo, giramos a la derecha y las Delicias. Nada, ya es mío, como siempre  aparece el nudo en la garganta. Otra vez y van trece, veo la meta. Los últimos trescientos metros son mágicos, que maravilla que gozada solo por estos momentos, merece la pena todo el trabajo y sufrimiento. Esprinto miro al cielo y cruzo el arco. 3:23:01. Me he quedado a dos minutos de mi mejor marca, pero nada, lo importante es que he vuelto a vencer al maratón. Muy cansado pero tremendamente contento  de mi  carrera.

Quizás haya sido el maratón en el que más he disfrutado, lo he vivido  con un esfuerzo muy controlado y en el que en  ningún momento he visto que peligrara la carrera. Otra más y ya van unas pocas.  Mis compañeros  bastante bien, Jorge hizo un buen maratón entrando en 3:22, Javi también cumplió objetivo quedándose en 4:20.

 

Volveré, pues como dice el dicho, Correr en Sevilla es una Maravilla.............

1 comentario:

Capitanpantallero dijo...

Enhorabuena Angel, tiempazo del maestro huarachero