III Sherry Maratón de Jerez.....

 

Nadie dijo que iba a ser fácil, pero mereció la pena. De esta forma podría resumir mi participación en el Sherry Maratón de Jerez.  Llevaba algún tiempo planteándome participar en esta carrera, podía ser algo  diferente, pensaba que no iba a ser un maratón tan agónico como uno normal, que sería más llevadero y más placentero a la hora de disputarlo, pero  nada más lejos de la realidad.  Ha sido una carrera exigente con una orografía complicada ya que casi se llegó a los 780 metros de altura ganada, con zonas agrestes,  senderos  con tramos donde los pies casi se enterraban, rectas  interminables de asfalto y para rematar un fuerte calor que también fue un importante hándicap para todos.

Este año se disputaba la tercera edición. Es una prueba donde los principales objetivos son los de promocionar el deporte y a la vez dar a conocer la cultura del vino de Jerez  a nivel nacional e internacional ya que han participado corredores de  18 nacionalidades.

 

Muy temprano pusimos rumbo a Jerez, la carrera se adelantó al sábado para no coincidir con  las elecciones.   Con Paco, Juan, Oscar y Johnny, nos encajamos un poco antes de la salida, recogimos los dorsales y nos dispusimos a realizar los pertinentes preparativos y las clásicas fotos para inmortalizar el momento.  Nos  extrañó el poco movimiento que  había en la zona, pero la razón era evidente, la Medía y la Promo  salían a horas diferentes y en distintas ubicaciones.

Nos deseamos suerte, pistoletazo y a correr. La salida estaba situada en la alameda vieja, donde empezamos  a callejear por la zona antigua  para desembocar en carreteras periféricas hasta el kilómetro cinco,  que ya empezamos a pisar carril.

Al  salir,  Juan empezó a tirar, lo seguí pero me mantuve, quería ser conservador ya que no sabía lo que me podía encontrar y había que guardar.  Los primeros kilómetros  de asfalto pasaron rápidos, me puse a un ritmo inferior a 5 minutos, me encontraba cómodo y con buenas sensaciones.  Durante este tramo me tuve que parar un par de veces para ajustarme una sandalia, las estaba estrenando y se me movía bastante.

Nada más entrar  por los viñedos, empezamos a subir la primera cuesta, no muy pronunciada, que nos llevó hasta la bodega Cerro viejo, entramos en la hacienda y al salir nos encontramos con una bajada  donde los pies se  me enterraban en arena, tuve que bajar bastante el ritmo ya que casi no se podía correr, había que aprovechar  unos surcos  que había en la tierra para poder avanzar. Afortunadamente a partir de aquí, los senderos empezaron a  encontrarse más compactados  y fue más llevadero.  La carrera transcurría por un mar de viñedos donde  bajo un sol de justicia  se iban divisando  horizontes abiertos, suavemente ondulados, de colinas y cerros que hacían del entorno un marco incomparable.  Todo se iba desarrollando con normalidad, seguían pasando los kilómetros y continuábamos atravesando los diferentes pagos donde se podía divisar lo cuadriculado del paisaje, que perfección, que cuidado estaba todo y que maravillas  de bodegas por las que pasábamos.

 El calor continuaba apretando y empezaba a castigarme.  Como de costumbre me paraba en todos los avituallamientos y bebía abundante liquido  lo que no cabe duda que me ayudó bastante. En el  kilómetro 15 me tomé el prime Totum, aunque me sentia bien, quería prevenir posibles problema que pudiesen llegar. Todo se iba desarrollando según guion, me encontraba bien, los pies perfectos, las sandalias como siempre, haciendo su trabajo a la perfección y todo fenomenal. Iba disfrutando de lo lindo, continuaba a un ritmo constante  no muy exigente pero lo bastante llevadero para ir devorando kilómetros y poder terminar sin problemas. En el 25 me volví a tomar otro Totum, al poco tiempo saltaron las alarmas, un fuerte pinchazo en la cadera izquierda  hizo que casi me parara, afortunadamente fue solo un reflejo ya que como vino se fue. Sobre el 30 ya no me encontraba tan fino, la distancia recorrida empezaba a hacer mella, aunque muscularmente estaba bien, el cansancio empezaba a amenazar. En el 33 llegamos a la bodega de la Trinidad donde comí algo de fruta y me hidraté de lo lindo, también aproveche para tomarme otro Totum, había embutidos de la tierra y degustación de vino, obviamente ni los caté, aunque ganas no me faltaron, quedaba el ultimo tirón y había que aguantar. Sobre el 38 dejamos los senderos y ya la carrera discurrió por asfalto hasta el final. Por esta zona me encontraba totalmente solo, era una recta interminable, miraba hacia atrás y no se divisaba a nadie y por delante igual. Las fuerzas ya iban justas y la cabeza es la que empezaba a tirar. Y por fin entramos en Jerez, el final demoledor, varias cuestas en donde casi no se podía correr. Al entrar al casco viejo empecé a oír la megafonía de la meta lo que me animó. No podía más, justo al terminar la ultima cuesta me puse a andar, imposible correr, estaba extenuado, pero quedaba poco, lo tenía hecho. Enfilé la última recta y crucé el arco. Que satisfacción, no se puede describir lo que se siente al terminar un maratón. Un nudo en la garganta casi me impedía hablar. Una chica me felicitó y me dio la medalla y otra  un catavino. Increíble las sensaciones vividas en meta. Al final paré el crono en 3:51 muy contento de haber terminado mi undécimo maratón. Ha sido diferente a los otros que he corrido, no tiene nada que ver con un maratón urbano, pero  esa diferencia   es lo que  ha hecho que me lleve un buen sabor de boca de Jerez. Quizás haya sido el más duro pero también uno de  los que más  he disfrutado. Habrá que repetir.

En cuanto a mis compañeros destacar su gran participación. Juan curtido en mil batalllas  montunas se marcó un carrerón,  disfrutándolo de lo lindo y parando el crono en 3:59, enhorabuena campeón. Oscar,  igualmente cumplió con creces, terminando muy contento y con la satisfacción de sumar otro maratón en su  extenso curriculum runero, 4:09 fue su marca, enhorabuena. Paco,  nuestro Presidente , debutó en la distancia y entró en el club de los maratonianos con todos los honores y contentísimo por su participación y por las sensaciones vividas, lo disfrutó a tope y no cabe duda  de que se llevó esas vivencias difícil de explicar  que se sienten al completar el primer maratón, 4:48 fue su marca, felicidades. Jhonny también cumplió expectativas haciendo una magnifica carrera casi sin haberla preparado, entró  en 5:06, no cabe duda que se llevará para su Colombia natal una magnifica impresión de lo vivido en Jerez .  Felicidades  a todos y  mil gracias por   vuestra compañía. 

No quiero dejar en el olvido la mención de la organización hacia  nuestro club, otorgándole la segunda posición en cuanto a participación,  con cinco finisher  en meta por delante de otros clubes de mucha  más entidad. 

Sobre la organización, destacar que todo bastante bien, buenos avituallamientos,  degustación de productos de la tierra y una gran variedad de vinos típicos en la meta. La bolsa del corredor algo justita, pero bien.

Todo fenomenal, sigo aprendiendo en este mudillo del minimalismo y cada vez me encuentro más a gusto corriendo con mis huaraches.  Seguimos sumando……