Toc toc…. Se puede.
Que de tiempo sin aparecer por aquí. No es que me haya cansado del blog,
ni he dejado de correr, tampoco es que no tuviera nada que contar, sino que estaba esperando la gran cita de todos los años para aparecer de nuevo.
Pues si, ya está aquí de otra vez el maratón. Esa carrera de la
cual enfermé hace años y que es el leitmotiv de todo cuanto hago en este
mundillo. Todo va orientado hacia ella. La preparación, la motivación diaria y
la fuerza que no sé de donde emerge pero que ahí está después de mucho tiempo.
Este año será el octavo,
casi seguro diferente a los anteriores. Ya estoy más curtido, pero
aunque sigo siendo un corredor paquete, la chispa y las ganas de pelea están
intactas desde el primer día.
Este maratón, será el primero de esta nueva
tendencia en la cual estoy inmerso desde que crucé la meta el año pasado. El
minimalismo se ha apoderado de mí. Convivo con él día a día y afortunadamente
he logrado, no sin trabajo, cumplir los tiempos que me ha marcado la transición
de correr con zapatillas a hacerlo con huaraches y descalzo.
Cuando crucé el arco en la Cartuja en el 2016 me propuse
cambiar. Ha sido un año magnífico,
aunque no he disputado muchas carreras, he disfrutado muchísimo aprendiendo de nuevo a correr. Han sido casi dos mil kilómetros
en los que las lesiones han brillado por
su ausencia, en los cuales no ha habido ningún tipo de barrera por las que
mis sandalias no se atrevieran a pasar y sobre todo, ha sido un continuo aprendizaje de algo que no me podía
imaginar.
En Sevilla será mi primer maratón en sandalias. No sé cómo saldrá
la carrera , seguro que habrá un cúmulo de nuevas sensaciones buenas y menos buenas a las que intentaré hacerle frente para cumplir
mis expectativas, que no son otras que la de terminar dentro de un tiempo
aceptable y sobre todo... disfrutar, que es de lo que se trata.
La preparación ha sido como siempre, no cambio. Sobre
todo la de meter muchos kilómetros, a la vez que
de refugiarme de vez en cuando en mi bici de montaña metiendo muchas cuestas.
La suerte está echada; creo, que el trabajo hecho y las ganas
de devorar Sevilla, enormes. Ya huele a Maratón. En una semana estaremos allí,
donde las mariposas hacen de las suyas en el estómago y donde todo es diferente a cualquier carrera. Veremos qué pasa.
3 comentarios:
Te saldrá genial, Ángel. Como siempre. Disfrutaremos seguro. Eso garantizado.
Mi teniente poco que decirle q1ue no sepa..........disfrute del sufrimiento controlado y no deje a ninguno vivo.
Este año te fallo, amigo. Mucha suerte y quedo a la expectativa de tu crónica de esa maratón con sandalias. Un abrazo.
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