XIII Carrera Urbana Ciudad de Algeciras...

¿Qué por  qué corremos?   Los que nos calzamos unas zapatillas, seguro que argumentaríamos numerosas razones.  Alguno dirían,  que por cuestiones de salud y por el bienestar que te proporciona; otros, simplemente porque nos gusta y nos apasiona. En mi caso, es por una mescolanza de todo lo anterior unido a la gran cantidad de amigos que me ha proporcionado el running.

Muchos amigos y compañeros nos hemos dado cita esta mañana para disputar la ya clásica Carrera Urbana de Algeciras en su decima tercera edición. La mañana se presentó fresquita y con mucho viento. Más de 300 corredores nos dimos cita en la explanada de la  playa de Getares,  donde viene siendo habitual la salida, para cubrir los siete kilómetros que nos llevarían por la principal arteria de la ciudad hasta el estadio de atletismo “Enrique Talavera”, donde estaba situada la meta. Desde un principio esta carrera se me presentaba bastante atípica. Se me pasó el plazo de inscripción y tuve que correr con el dorsal de mi compañero Juan Carlos que estaba algo pachucho y decidió no correr. También vengo arrastrando algunos problemas respiratorios desde hace un par de semanas que me impiden respirar de una manera normal y por si fuera poco, el viernes en el trabajo  pisé mal y me doblé el pie derecho. Todo esto unido a que en los últimos diez días solo he podido entrenar una  vez debido a las persistentes lluvias que hemos tenido por el sur. Ante todas estas vicisitudes, llegué a plantearme el desistir y no correr. Pero nada de eso, ¡cómo me iba a perder la carrera de mi ciudad! Me tomé un ibuprofeno un poco antes de salir y... ¡adelante! Muy buen ambiente en la salida, donde pude saludar a muchos amigos. Hoy decidimos correr  con los compañeros del club “No siento las piernas”, vaya gente más enrollada!!: Miguel Moreno, alma-mater de esta peña; Miguel, el hotelero; Jorge; y el otro Miguel, el Niño; con los que últimamente estamos compartiendo salidas. De los de siempre, hoy   estaban al píe del cañón Manolo Caro, Antonio, Manuel, “que no se pierde una” y Octavio, dando muestras de su progresión.

A la hora en punto pistoletazo y a correr. Curiosamente esta  carrera empieza en cuesta, son los primeros quinientos metros  y que como no se caliente antes, se puede pagar a lo largo de la prueba. Salgo como siempre, bastante rápido; no hay manera, siempre me pasa igual. Termino las primeras cuestas mejor de lo que esperaba, aunque voy respirando muy mal.  A partir de aquí,  el recorrido no es muy exigente, pero el final que se vuelve a  complicar. Durante este tramo central me propongo intentar  llevar un ritmo de 4:20: Aunque me va costando mantener este registro, lo voy consiguiendo con bastante dificultad. El viento se pone en contra nuestra  y me va penalizando.  En el kilometro cinco, cuando llega la ultima cuesta,  voy muy congestionado. No puedo respirar por la nariz, y me siento mal. Con más pena que gloria, entro en el estadio y en la vuelta que hay que dar a las pistas, aprieto los dientes y entro esprintando adelantando a un corredor. Al final paro el garmin en 30:58, a 4,25, un minuto más que el año pasado. Contento pero muy cansado. Al cruzar la meta me dio un ataque de tos perruna y tardé un rato en recupérame, menos mal que no fue antes….  Sobre la organización, perfecta. Todos los kilómetros señalizados; camiseta técnica, refrescos y agua en la meta  e incluso nos podíamos dar un masaje de descarga.  Manuel y Octavio en su línea habitual, bajando el crono de pasadas ediciones, igualmente  Manolo Caro y Antonio muy satifechos con sus tiempos. Los compañeros de “No siento las piernas”, a un nivel altísimo. En definitiva, una mañana estupenda  en la  que, como siempre, nos lo hemos pasado  de lujo . Ah!… el píe como un campeón, sin problemas.