El pescado está vendido....

       El pescado está vendido… popularmente quiere decir por estos lares  que algo que teníamos entre manos lo hemos terminado. Ya no queda casi nada, menos de una semana para el maratón de Sevilla y  el trabajo está medio hecho. No me he querido hacer prisionero de uno de esos planes que tanto abundan, sobre todo para no fiscalizar mi tiempo libre. He procurado meter muchos kilómetros y cuestas, reforzando con salidas en bici de montaña.  He entrenado por sensaciones,  intentando disfrutar en cada uno de esos  40Kms. de medias que he corrido en estas últimas semanas.  Mi objetivo, como en los dos maratones que he disputado, será el de completar la distancia y si es posible bajar de la cuatro horas si se puede. Y si no es así, por lo menos terminar contento y pasarlo a lo grande. Espero que sea un maratón en color y que los tonos grises no aparezcan en ningún momento, será buena señal. Actualmente me encuentro con mucha fuerza y convencimiento  de que puedo vencer de nuevo a Filipides, otra cosa será si mis molestias ancestrales   me lo impiden.  

 

 Ayer para terminar los entrenos salimos por el Parque del Estrecho que tanto nos gusta. La distancia fue de casi catorce kms. bastante exigentes por lo accidentando del terreno, disfrutando de cada metro por lo bonito del recorrido y donde las sensaciones fueron inmejorables. Estos últimos días los reservaré para descansar, recuperar  y estirar todo lo que pueda. Ya no queda nada y pronto empezaremos a disfrutar de esta magnífica fiesta que es correr por Sevilla. 

  

Con Jorge y Juan Carlos estaré en la Cartuja

 Miguel no podrá acompañarnos por una lesión