GIbraltar Español....

         Gibraltar, la última colonia que existe en Europa, es una roca costera de seis kilómetros cuadrados lindante con La Línea de la Concepción (Cádiz) y a sólo 32 kilómetros de Marruecos. Tiene menos de 30.000 habitantes y está en manos británicas desde 1704 y bajo su soberanía desde 1713. Desde 1783 no se han producido intentos militares para recuperar el Peñón, pero sí numerosas reclamaciones políticas y diplomáticas por parte de España. Pero ayer cambió la historia, simbólicamente tomamos y conquistamos Gibraltar en toda su plenitud.

Hace algún tiempo que teníamos pensado darnos unas carreritas por la Roca. Muy tempranito recogí a mis compis Manolo y  Miguelón y nos pusimos rumbo a la colonia.

Decidimos dejar el coche en la frontera y con muchas ganas de afrontar tan complicado desafío nos dispusimos a conquistar Gibraltar. La primera dificultad que nos encontramos fue la de pasar por el puesto de control británico. Enseñamos los salvoconductos (DNI) y de inmediato nos infiltramos en territorio hostil. Nos esperaba una dura y complicada jornada.  Lo primero que nos encontramos fue el curioso aeropuerto, atraviesa literalmente la avenida que une el centro con la parte española. Cuando se aproxima el aterrizaje o despegue de un avión, se cierran los semáforos y a esperar.



                                                         

 Nosotros tuvimos suerte y lo atravesamos de la mejor forma que se puede hacer, corriendo. Seguidamente y con muy buen ritmo bordeamos toda la zona costera del puerto, donde se ha edificado muchísimo en terrenos ganados al mar, destacando muchas zonas comerciales y de ocio. En todo momento nos encontrábamos expectantes y sin bajar la guardia, los enemigos aun estaban a cierta distancia y no había excesivo peligro; aun estábamos en un territorio donde se podía dominar la situación. Por esta zona seguimos en formación y empezamos a callejear por las típicas callejuelas del centro, donde abundan multitud de comercios y bazares. Muchas caras incrédulas nos íbamos encontrando, pero nosotros a lo nuestro. El siguiente objetivo era llegar a un pequeño cementerio donde se encuentran enterrados combatientes británicos de la batalla de Trafalgar. A partir de este punto empezamos lo más peligroso de esta misión suicida El enemigo nos acechaba y nos estába esperando con unos desniveles casi infranqueables, las rampas son eternas y casi es imposible trotar, pero no cesamos en nuestro esfuerzo y salvo alguna parada para realizar fotos y poder rubricar nuestra hazaña no dejamos de correr.

Manolo en plena faena.

A mitad del recorrido, en plena batalla el astro rey se alía con las tropas hostiles y empezamos a sufrir el fuego cruzado en forma de calor que nos empieza a bombardear sin compasión. Poco a poco y con mucho esfuerzo, vamos derrotando a todo lo que nos sale al encuentro con las pocas fuerzas que nos van quedando, pero cuando levantamos la vista y nos recreamos de las increíbles panorámicas de nuestra patria al otro lado del mar, sacamos fuerzas de donde no las hay y continuamos sufriendo y ganándole terreno a este monstruo para intentar llegar hasta el final, la victoria nos espera. Las cuestas no se acaban y algunas superan el 12% de desnivel.

Ya casi en lo más alto y con la reserva a punto de expirar, nos salen al paso los famosos monos de Gibraltar, se agrupan y nos reciben como si nos aclamaran por el esfuerzo realizado, aunque uno de ellos le quiso quitar a Miguelón la rodillera. Y por fin coronamos  la cota 420, el punto más alto donde se puede llegar. Han sido 5 Km. de subida de una dureza extrema en la que hemos derrotado a un enemigo que no nos ha dado tregua. En la cúspide la paronímica es impresionante, no hay palabras para describir la preciosa estampa que nos regala la Bahía de Algeciras y todo su entorno. Después de algunas fotos algo comprometidas, con la moral a tope, enfilamos la bajada serpenteando por pistas asfaltadas y caminos de tierra, hasta llegar de nuevo a la calle principal "Main Street", donde compramos el típico cartón de tabaco y pomada del musculito.

Gibraltar Español.

Miguelón emulando a Rocky Balboa.

Con la satisfacción del deber cumplido ponemos rumbo a la avenida Winston no la del tabaco, la de Churchill y cruzamos victoriosos la frontera. Ya a salvo, en nuestra Patria saboreamos un exquisito y merecido desayuno. Han sido  16 Km. en una salida  donde solo buscábamos pasar un buen rato haciendo lo que más nos gusta, correr por cuestas, habrá que repetir. Quien se apunta?