XXVIII MARATÓN DE SEVILLA....

   Pues sí,  como encabeza mi anterior entrada, objetivo cumplido. Temor, mucho temor le tenía a este maratón, no por mi preparación,  pues era consciente de que  no había sido la más correcta,  sino por la secuelas que arrastraba de una antigua lesión y sobre todo del esguince que me produje  justo 10 días antes de tomar la salida.

En un principio teníamos  previsto  darnos el madrugón y salir el mismo día desde Algeciras, pero lo pensamos mejor y nos fuimos el sábado con  las respectivas familias.  Sobre las doce de la mañana llegamos al estadio, ambientazo en la feria del corredor donde me estaba esperando Miguelón con los dorsales. Me comenta que me haga un estudio de pisada. Mejor no haberlo hecho…. Me dijeron que me hiciera una radiografía de cadera, ya  que la huella digitalizada no era muy normal (era como nombrar la soga en la casa del ahorcado). Me encuentro con David Matraca. Me da mucho ánimo y  me comenta que anda algo tocado.  Me presenta al abuelo  runner   y  a  Miguel de Corre Corriendo, un lujo para mí el haberlos conocido.  También  saludo a Charli de Triatleta sin frontera.  Por la tarde lo típico, paseo  por  calle Sierpes, la Catedral, la plaza de la Encarnación etc.  Por la mañana quedo con Juan Carlos a las 07:00 en la recepción del hotel para dar buena cuenta del buffet. Allí saludamos a algunos corredores que también iban a correr.  Llegamos al olímpico con una autentica marea humana, llamé a Miguelón y lo típico, ¡que nervios!, veremos que pasa; pensamientos que todos  tenemos en  los momentos previos.  En el estadio todo  organizado, el guardarropa perfecto, y en la zona de calentamiento  había  calefactores que hacían muy agradable los momentos previos. Nos encontramos con Manolo otro Algecireño que va a debutar en la maratón y con Manuel Tenllado un magnifico corredor del Tesorillo.  Nos cambiamos y a calentar. Dudo si vendarme el tobillo pero decido que no. Me zampo un powerade, un plátano y al tartan. Me coloco con Juan Carlos en la zona de 3:30 – 4:00. Una vez allí, me encuentro a Juan Barroso y nos fundimos en un fuerte abrazo deseándonos  mucha suerte. Pistoletazo de salida, pincho el garmin y que Dios reparta suerte. 

El abuelo y Barroso

 Mi estrategia era  llevar un ritmo  conservador de 5,40, ya que no sabía como  se iba a comportar el tobillo.  Justo al salir del estadio le digo a J. Carlos que tire, que no me espere, que se vaya con Miguelón y que aprovechen  el buen estado que tienen. Yo me sitúo detrás del  globo de 4:00, durante los primeros  3km. voy sobre 5:20 con muy buenas sensaciones; el tobillo de momento va perfecto. Continúan pasando los kms. y me  siento muy bien, incluso voy aumentando el ritmo y dejo bastante atrás  el globo  que afortunadamente no lo volvería  a ver. Sigo avanzando. El pie se va comportando de maravilla, aunque no dejo de cuidarlo y mimarlo.  Van pasando los Kilometros y cada vez me voy creyendo más que puedo acabar. Llego a la medía maratón y me marca el Garmin 1:56. Me llevo un subidón, pues sigo con muy buen ritmo. Devoro la primera barrita, ya no hace tanto frio, y voy disfrutando a tope.  Sigue pasando el tiempo y el tobillo perfecto. Me planteo subir un poco, pero no, las piernas pueden pero la cabeza me dice lo contrario, aun queda mucho y en cualquier momento puede aparecer el tío del mazo y ya se sabe como hace su trabajo.  Km. 30 el ritmo mantenido y ya empiezo a sentirme regular, el calor empieza a apretar y noto que no voy muy bien. Afortunadamente me encuentro  a un tal Paco de los Lentos de Torreblanca que iba dirigiendo a un pequeño grupo, vaya elemento, que manera de animar y de empujar. Saludaba a todo el mundo, para todos tenía palabras y además contaba chistes. Me uno a ellos, me como la segunda barrita y subo el ritmo, así hasta el 35 que los dejo y me lanzo a intentar,  ahora sí, bajar de las cuatro horas. Es increíble cómo me sentía, continuamente  iba adelantando a corredores, ya se olia el final, muchísima gente animando y tristemente el del mazo  trabajando a destajo, mucha gente con calambres, tirones y andando. Pero yo a lo mío, solo quiero  llegar y disfrutar de la entrada al olímpico. Llega el 40 y voy exhausto, pero contentísimo, creo que puedo lograrlo.  Tenía previsto antes de entrar al estadio llamar a mi mujer y a mi hijo que estaban esperándome, pero  no pude, mi concentración era tan grande que no quise tener ninguna distracción en tan importante momento. Entro al estadio y ahora sí, se me hace un nudo en la garganta y la piel se me pone de gallina. Ambiente maravilloso, no me lo podía creer, iba disfrutando como un enano. Entro en meta y paro el garmin  en 03:54:44, 18 minutos  menos que mi primer maratón.  Lo conseguí, después de tanta mala suerte en forma de lesiones he vuelto a vencer a este desafío  aterrador y maravilloso que solo unos pocos pueden entender. 

Manolo Tenllado

 Mis compañeros hicieron un tiempo de nota, Miguelón fiel a su espectacular  progresión  cruzo la meta  en 3:36, J. Carlos igualmente batiendo su marca paró el crono en 3:47 y Manolo muy bien para debutar en la distancia, 4:30. Enhorabuena  y muchísimas gracias a todos,   por los ánimos que me habéis enviados a través del blog,  parte de este maratón os pertenece.





 Con Juan Carlos

Con el amigo Miguel.

Al final con Barroso.

En la feria con mi hijo Jorge